©2010, Ana Delia Carrillo |
Los personajes femeninos en la obra de Philip K. Dick son casi siempre detestables; son muy similares entre sí: son implacables con los hombres que las rodean. Estas mujeres demuestran una inseguridad terrible, que contrasta con su aparente éxito, y que las convierte en aquello que siempre han odiado.
Las mujeres de Dick son aparentemente superiores en el ámbito profesional, a los personajes masculinos, sin embargo, esa superioridad las hace ser aquello que han criticado de los hombres poderosos.
Esa superioridad profesional les hace percibir a sus parejas como hombres débiles. Es justo esa debilidad lo que las lleva a humillarlos, a verlos con lástima y desprecio. Debido al éxito profesional de estas mujeres, mayor al de los hombres, éstas los perciben como débiles, y por tanto, indignos de respeto. Las mujeres no pueden evitar tratar a sus parejas con desprecio. Al no poder respetarlos, y sentirse avergonzadas de la debilidad de sus hombres, el amor se transforma en humillación y lástima. Los personajes masculinos son apabullados por sus mujeres. Ante ellas, los hombres son perdedores sin aspiraciones.
En la novela Clanes de la Luna Alfana, el personaje femenino, Mary Rittersdorf, es una exitosa psiquiatra involucrada en un experimento gubernamental, que se siente avergonzada de su esposo burócrata, al grado de pedir el divorcio y exigirle que tome un segundo trabajo para poder cobrar una pensión mayor. Lo trata con un desdén sorprendente si se considera que alguna vez lo amó y admiró. Mary constantemente compara a su esposo con otros hombres, colegas de ella, amigos, que a sus ojos, son hombres exitosos. Incluso le pide a uno de ellos que le ofrezca a su esposo un empleo, empeñada en sacarlo de su mediocridad. Mary critica todo; el departamento actual de su esposo en un lugar sin categoría, sus vecinos, su trabajo, y es incapaz de aceptar que alguna vez estuvo enamorada de este hombre. La exitosa carrera de Mary la ciega, cambia sus prioridades, e incluso la hace avergonzarse del pasado con su esposo. Lo que antes la hacía feliz —el carácter apacible de su esposo, por ejemplo— ahora lo percibe como un signo de debilidad y mediocridad.
La vida simple y sin complicaciones que tenía al principio de su matrimonio cambia radicalmente al invertirse los papeles entre ella y su esposo. Cuando Mary es más exitosa que él, siente que su marido es muy poca cosa para ella.
El éxito profesional de Mary cambia por completo la relación que tiene con su marido, volviéndola una mujer desdeñosa y condescendiente, y cambia sus prioridades, por un lado se siente triunfadora por ganar un muy buen sueldo, y por el otro, se avergüenza de que su marido gane menos que ella, porque eso, según su visión, significa que él no sabe apreciarla en toda su grandeza.
Mary se siente menospreciada por su esposo, y eso hace que el respeto que sintió en un principio, se convierta en desprecio. La inseguridad de Mary, maquillada con el éxito profesional, la obliga a actuar de manera despótica, como si esto le diera confianza. La inseguridad de Mary, que necesita de constante reafirmación de su éxito, provoca este cambio de actitud.
Dick retrata claramente la transformación de la mujer tradicional, en su rol de ama de casa, a la mujer profesionista, implacable, sin piedad, que aplasta a quien se le enfrente. La aparente conquista profesional de las mujeres, en lugar de satisfacerlas, las convierte en todo aquello que criticaban. De ser víctimas se convierten en victimarios.
Y este es sólo un ejemplo de cómo se comportan las mujeres en las novelas de Philip K. Dick.
Mini diva cyberpunk
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Serial Experiments Lain fue algo extraordinario en los lejanos días de
1998, yo no me acuerdo exactamente cuando la vi... pero su ritmo lento,
melancóli...
Hace 2 años
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